miércoles, 6 de agosto de 2014

La Catedral Vieja, una joya dentro del Tesoro Cuencano

La Catedral Vieja, una joya dentro del Tesoro Cuencano

Uno de los edificios más antiguos de la ciudad y el país

Vista de la Catedral al amanecer

Cuando hablamos de Cuenca no podemos dejar de pensar en la belleza del Centro Histórico de esta ciudad milenaria que conserva una huella española en la traza en damero de la urbe, así como en varios edificios coloniales o de estilo colonial que hacen de esta ciudad un paraíso arquitectónico para admirar y caminar encontrando todos los detalles imaginables, además de las singularidades que la hacen Patrimonio de la Humanidad: dos catedrales en un parque central dedicado a un niño héroe; una plaza hecha de flores y 22 iglesias en menos de 200 hectáreas; cuatro cruces delimitando los límites de la vieja urbe que, hace 60 años, no era más que unas 3 cuadras a partir del parque y cuatro ríos alimentando un valle rodeado de montañas sagradas para la cosmovisión cañari, sin contar con que, uno de ellos, nuestro Tomebamba y en medio de esta contemporaneidad, divide la ciudad antigua de la moderna y floreciente, otro lujo arquitectónico para el país y el mundo.

Una ciudad como sacada de un cuento o mejor, una ciudad que va descubriendo un cuento de escenarios vivos, con paisajes en donde el hombre a descrito su visión para lo sacro tanto en las montañas como en las iglesias y éstas, sobreponiéndose al tiempo, nos las traen como para que no olvidemos el espacio que nos sostiene en cuanto colectividad y todas las herencias que ostentamos.

Por aquello, me parece necesario conocer y enamorarnos de esta ciudad viva y activa que se abre al turismo interno a través de esa bien pensada campaña que la Alcaldía y la Fundación Municipal Turismo para Cuenca emprendieron proponiendo que el cuencano se embeba de su ciudad, recorriéndola paso a paso en sus edificios emblemáticos, como lo es la Catedral Vieja. 






Convertida en museo, los secretos de esta edificación se abren al público

Interior de la nave central

Construida apenas 10 años después de la fundación española de la ciudad, la Iglesia el Sagrario o Catedral Vieja hace honor a su nombre al ser una de las edificaciones religiosas más antiguas del país. Por otro lado, contando con las bases sobre las cuales se levanta esta hermosa y ecléctica edificación, es decir, tomando en cuenta que para su construcción se utilizaron piedras labradas de la ciudad Inca de Tomebamba, deberíamos decir que su antigüedad rebaza nuestra historia en cuanto civilización occidental, ya que, como decía Juan Matus, el mítico personaje de Castaneda, los objetos se guardan partes de la realidad a la que se deben.

Sin embargo y lo que importa es que la Iglesia del Sagrario nació como tal el 12 de abril de 1557, de la mano con la fundación de nuestra ciudad y que, en su estructura y función española-mestiza, articula el corazón de la urbe al emplazarse en el Parque Calderón, junto con las edificaciones que detentaban el poder social y religioso en aquellos tiempos.

Iglesia, Catedral y ahora Museo de Arte Religioso, el visitante no puede pasar por alto la belleza que resaltan todos los detalles de este edificio que tardó 6 años en ser restaurado, debido a la enorme cantidad de tesoros artísticos que alberga. Y podríamos tardar horas en intentar describir todo lo que hace de éste un lugar de visita obligada para el cuencano y para el turista, pero bástenos con decir que obras como La Última Cena, de esculturas tamaño natural talladas en madera y tela encolada (tela cocinada con cola de conejo, como pega), atribuidas al artista Daniel Alvarado; o el órgano tubular que, a pesar de lo que muchos piensan, fue hecho en Cuenca por Estevan Cardoso en 1739 (para que funcione se necesita del trabajo de por lo menos 5 personas, para dar fuelle y entonar el instrumento); o el púlpito de madera y pan de oro hecho por Sangurima y en el cual, como ejemplo de todo lo que encierra, podemos observar los pasamanos de las gradas de ingreso que simbolizan las costillas de Cristo o, para los amantes de la pintura, la más antigua encontrada en la nave central de la iglesia, rescatada detrás de una pared bajo varias capas y que data del año 1573, rescatada gracias a un documento en el cual se narra la donación de dicha pintura para la iglesia.

Como podemos ver, una estructura que dice mucho de lo que es Cuenca: antigua, hermosa, rizomática y llena de encantos al punto de, como dijo el sabio colombiano Caldas, al referirse a la torre de nuestra catedral: “torre más célebre que las pirámides de Egipto…”, haciendo referencia al servicio que brindó la misma en cuanto punto de referencia, junto al cerro Francés Urco, en Tarqui, para la medición del cuadrante terrestre de la Misión Geodésica Francesa.

Es difícil intentar resumir toda la belleza e historia que encierra la Catedral Vieja de Cuenca por lo que, me parece, lo mejor es ir, caminarla, disfrutarla y escuchar atento a la interpretación que los guías de planta tienen para compartir con los turistas.

Cápsula

Abierta de lunes a viernes, de 9 a 13 y de 14 a 18 horas. Los sábados y domingos abre de 10 a 13 horas, excepto este domingo que, como parte de la campaña CONOCE TU DESTINO, abrirá hasta las 16h00.




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